Nútrete y aporta.

Si tan solo observáramos un poco cómo se comporta la naturaleza nos daría pautas a nosotros para saber cómo comportarnos como seres que formamos parte de ella. En lugar de destruir la naturaleza: obsérvala y aprende.

Toda planta que se precie necesita de nutrientes para dar sus frutos. Necesita tierra fértil, vitaminas y una cantidad de agua necesaria para funcionar. Nadie exigiría a una planta famélica que dé frutos deliciosos, maduros y abundantes, verdad? Por qué se lo exigimos a las personas?

Pero una persona es un ser viviente más complejo. No sólo debe estar bien alimentada para estar bien nutrida. Sino bien descansada y feliz para funcionar. Si no, no dará sus mejores frutos. Y es importante que el ser humano dé frutos porque se supone que es el animal más evolucionado a nivel mental de todo el planeta. Como parece que esto no sea meta de nadie, no va a ser el gobierno, ni un médico, ni siquiera un psiquiatra, a no ser que sean plenamente consciente de potenciar tu super-salud más que tu mera supervivencia. Roza la normalidad y estarán contentos. Yo te digo: no te conformes nunca con la normalidad. Esto tampoco tiene que ser una meta de tus familiares o amigos más cercanos. Es más, aún suponiendo que quieran lo mejor para ti, es probable que no lo consigan. Por no hablar de que la mayoría de personas en esta sociedad se ve invadida comúnmente por sentimientos de envidia o celos por ver a los otros feliz. Así que no, no es función ni meta de nadie excepto de una persona. Tú.

Así que más te vale que te arremangues que te tomes la misión bien en serio. No optes por ser un hombre o mujer de éxito si lo que quieres es aportar al mundo, porque el éxito es ser feliz en cada uno de los momentos de tu vida y es entonces cuando la persona en su esplendor estará preparada para elaborar un plan que le aporte y aporte a la humanidad. Pero en ese orden: nútrete y aporta.